domingo, 26 de septiembre de 2010

El machismo de Einstein


Además de mencionar la teoría de la relatividad, Watterson también parece referirse al lado oscuro machista del Físico alemán que lo demuestra en sus muchas correspondencias a su mujer, una en especial donde Albert Einstein le impuso por escrito las "reglas de conducta” que son una cruda muestra de su autoritarismo y, a su vez, de la violencia sorda y sicológica que ejerció contra su primera esposa, Mileva Maric:
“A. Te encargarás de que: 1. mi ropa esté en orden, 2. que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación, 3. que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.
B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que: 1. me siente junto a ti en casa, 2. que salga o viaje contigo.
C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo: 1. no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello, 2. deberás responder de inmediato cuando te hable, 3. deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.
D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”


Las mujeres eran para él, además de manos que trabajan en todas las cosas fútiles del mundo, un objeto. Estaba convencido de que “muy pocas mujeres son creativas. No enviaría a mi hija a estudiar física. Estoy contento de que mi segunda mujer no sepa nada de ciencia”. Decía también que “la ciencia agría a las mujeres”, de ahí la opinión que le merecía Marie Curie: “nunca ha escuchado cantar a los pájaros”. Aun así, ese hombre de aspecto bonachón a los ojos del mundo que tenía el cerebro lleno de fórmulas y de ideas machistas, se atrevió a acuñar una frase hoy célebre:
“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.
Y sin duda encuentro también otra frase, de Albert Einstein, referida a las mujeres, donde demuestra el rechazo a las mujeres de una forma muy disimulada:

"La mujer, está donde le corresponde. Millones de años de evolución no se han equivocado, pues la naturaleza tiene la capacidad de corregir sus propios defectos."
La genial misoginia del descubridor de la relatividad - Le impuso a su esposa, por escrito, reglas de conducta violentas y autoritarias - Ella era física y participó en la primera etapa de su teoría, él nunca la mencionó.
Mucho se ha escrito los romances y sobre el papel de las mujeres en la vida de Einstein. Mas sorprendido aun me encuentro al conocer el contenido de muchas cartas de noviazgo en las que Einstein debate con Mileva Maric, su primera esposa, sus ideas de la relatividad e inclusive se refiere a “nuestra teoría” y le da trato de colega.
A partir de estas evidencias, el investigador E. H. Walker concluyó que las ideas fundamentales de la teoría de la relatividad fueron de Mileva Maric, quien no concluyó la carrera dado que se hizo cargo del cuidado de los hijos: su primera hija murió al año y medio de edad; más tarde tuvieron dos hijos, uno con retraso mental, lo que desde luego exigió más cuidados… de ella. Así que él consiguió un puesto académico y tuvo el tiempo para concluir sus estudios y desde luego para desarrollar la teoría arrogándose todo el crédito. El solo hecho de sugerir un plagio o que el cerebro privilegiado masculino de Einstein no sea tal, sigue desatando polémica en la sociedad científica. John Stachel, por ejemplo, replicó de inmediato a Walker: “Si bien es encomiable rescatar la figura de Mileva de la oscuridad, la historia de Einstein explotando a su esposa y robando sus ideas suena más a película de Hollywood que a una evaluación seria de las evidencias”.

En una carta que Mileva Maric dirige a su amiga Helene Kaufler le informa satisfecha del logro alcanzado: “Hace poco hemos terminado un trabajo muy importante que hará mundialmente famoso a mi marido”.

Yasmin Navarrete

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